El traductor y ensayista Antonio Rivero Taravillo -tan vinculado a la Feria del Libro de Sevilla- presentó en la FLS su poemario Luna sin rostro. Acompañado por el también poeta Juan Lamillar, Rivero ha querido precisar que este conjunto de versos publicados en febrero de este año corresponden, en realidad, a una escritura realizada hace “siete u ocho años”. “No está mal que haya esta decantación temporal, a veces es mejor que se publiquen los libros después, lo que permite cierto sosiego y reflexión en torno a la obra. Uno trata de distanciarse sobre lo que escribe y no verse alterado por esa inmediatez”.
Rivero se ha calificado como un poeta “que trata de ver la otra cara de la luna”. Esto es: dedicarse a la observación “como el estadío previo a la escritura. Ahí está el germen, la chispa o la epifanía de un poema”, ha señalado.
Previamente, Lamillar ha querido dibujar a Antonio Rivero como un autor destacado en diferentes disciplinas, desde las biografías al ensayo pasando por la traducción del inglés, que, sin embargo “mira el mundo desde la poesía”. “Un mundo -ha abundado el poeta- en su amplitud de sentimientos, paisajes, objetos y personas”.