En torno a “Tierra y personajes. Ese sustrato literario tan español», uno de los encuentros más esperados del festival Hispalit.
Un Espacio Fundación Unicaja rebosante de público aguardaba el coloquio entre los novelistas Jesús Carrasco y David Uclés en torno a la temática que hermana sus obras: el vínculo entre territorio y carácter. Presentado por el periodista y escritor Alejandro Luque, ambos autores han conversado sobre sus propuestas literarias a contracorriente de las tendencias comerciales, que narran los paisajes que conocieron desde niños y que han volcado en sus respectivas novelas.
“Me ha costado muchísimo que las editoriales apostaran por mi libro, por su temática e incluso por lo joven que soy”, ha confesado Uclés. Su novela, La península de las casas vacías, ha sido un verdadero éxito literario, una novela sobre la Guerra Civil en clave de realismo mágico que reconstruye la España de los años 30 con tintes oníricos. “Los personajes son un reflejo de la sencillez y la humildad que te da el campo de Jaén. En este sentido, mi intención fue narrar cómo afectó el conflicto a gente que solo se debía al campo, alejados de las corrientes políticas”, ha declarado el autor.
Por su parte, Jesús Carrasco ha vuelto sobre la novela que lo colocó en la primera fila de la narrativa nacional, Intemperie, publicada hace más de diez años -y adaptada posteriormente al cine por Benito Zambrano- sobre la huida de un niño a través de un país castigado por la sequía y gobernado por la violencia. “Fue esa suerte, esa situación virginal que te lleva a escribir pensando en la historia y no en el público y que da un resultado tan brillante”, ha declarado el autor rememorando la increíble acogida de su debut literario. Sobre ello, también ha resaltado el papel de las nuevas generaciones en la narración de una herida tal como la que genera una guerra: “Un montón de españoles no han tenido contacto con ella y agradecen que generaciones lejanas les sirvan de referentes”.