El cierre a una jornada de diálogo y reflexión cultural y literaria lo ha protagonizado el escritor Fernando Aramburu (San Sebastián, 1959) en un espacio desbordado de oyentes. El Premio Nacional de Narrativa 2017, y autor de la multipremiada novela Patria, se ha mostrado abierto y divertido en su conversación con el periodista Jesús Vigorra, junto al que ha recordado sus orígenes humildes en un barrio de San Sebastián -marcados por la violencia y la muerte constante causada por la banda terrorista ETA- y su intento por hacer de sí un hombre de letras: “Había una especie de automatismo, un presentimiento diario de ‘hoy va a caer alguien’, y por desgracia así era”, ha relatado el escritor, que pronto quiso distanciarse de ese contexto social: “En lugar de poner bombas, yo escogí la literatura, aposté todo por ella. Soy un esclavo del chaval que fui, de ese chico que soñó con convertirse en escritor. Y, sin duda, estoy orgulloso de él”, ha explicado ante sus oyentes.
Fernando Aramburu ha cultivado con los años una extensa obra narrativa y poética desde aquellos días de su adolescencia en los que dedicaba las horas a leer y formarse frente a la fuerte imposición ideológica: “El dominio de la palabra escrita y hablada fue mi escapatoria para no repetir el destino laboral de mi padre, que trabajaba en una fábrica diez horas al día. Para huir de eso, me volví un lector asiduo, descubrí hasta dónde podía llegar con el lenguaje y cada vez más observaba cómo mi realidad aumentaba. Las palabras me ayudaron a aprobar exámenes e incluso a ligar…”, ha expresado entre risas el célebre escritor.
Autorretrato sin mí, Los vencejos, Hijos de la fábula o Los peces de la amargura son algunos de los libros en los que Aramburu explora sus facetas más personales. Su última obra, Sinfonía corporal, ofrece reunidos sus seis volúmenes de poesía. Él mismo ha reconocido que muchos le distinguen como un poeta refugiado en la novela, el cuento, el ensayo o la columna periodística, pero siempre fiel a sus escritos: “Me siento reflejado en esos textos. Estoy ahí entero y verdadero”.