Crónica día 1: Un comienzo prometedor

La segunda jornada de la Feria del Libro de Sevilla ha comenzado con el buen sabor que dejó la emotiva inauguración y entrega del I Premio Almudena Grandes. Las libreras y los libreros confían en que será un buen día, pues el jueves había dejado entrever las ganas e ilusión de un público ávido de literatura y encuentro.
Fe de ello el relato de Lola de la librería Rayuela, quien aseguró que la mañana había empezado con mucho movimiento. «Esto me hace pensar que el sábado será todo un éxito y, además, los turistas que están por el centro se están acercando a comprar», comentó.
En Espacio Érase, destinado a la lectura en familia, estaban muy ilusionados con la buena acogida. «Durante el día han venido varias familias que han disfrutado mucho de su estancia leyendo», comentó con una sonrisa Alicia Remesal, una de las mediadoras del espacio.
Beatriz Esteban y Andrea D. Morales convocaron al público más joven de la feria con Andalucía Reader Con. Las asistentes se mostraron muy contentas con el evento e incluso llegaron a comentarle a la autora que escucharla era «como ir a terapia».
Con la carpa de San Francisco completa, Rodrigo Cortés acompañado de Álvaro Rodríguez Guitart y Alberto García Reyes presentó Verbolario. Su autor aclaró que este libro, con 2.500 definiciones, ha sido «un trabajo de musicalidad», que lejos de ser un diccionario, tampoco un libro de consulta, «tiene un carácter más bien literario o poético». Cortés entiende su repositorio de definiciones como un vivero en continuo desarrollo.
Rocío Quillahuaman compartió en la FLS las entrañas de su libro Marrón, un proyecto en el que ha estado embarcada tres años y en el que cuenta sus memorias, escrito desde «la rabia y el coraje». Rocío, animadora e ilustradora, llegó de Lima a Barcelona cuando tenía 11 años. Este libro le ha servido de terapia para expurgar aquellos «pequeños traumas gigantes». Si Quillahuaman de pequeña luchaba por «no salirse de la raya» porque «la vida era tener miedo todo el rato», de mayor empezó a hacer «todo mal» (de ahí sus animaciones estridentes), y ha sido escribiendo este libro cuando ha sido consciente de este cambio personal al que se enfrentó, una especie de reconciliación.
«Es muy importante que existan historias de personas no normativas para que existan referentes», ha añadido sobre su libro en la presentación de la FLS.
Pablo Santiago Chiquero presentó ¡Aleluya, el carro de Celso! acompañado de Manuel Sollo y organizado por Maclein y Parker. «Una novela divertida, muy española que nos retrotrae al pueblo», apuntaron durante la presentación. Celso, su protagonista, se dibuja como un personaje «quijotesco, místico, revolucionario, jacobino e izquierdista».
“La gente se apasiona cuando lee palabras de su entorno que se han pedido con el tiempo”, ha asegurado Chiquero.
«Me dio por leer los clásicos como quién se engancha a Netflix», reconoció Chiquero. «La gente se apasiona cuando lee palabras de su entorno que se han pedido con el tiempo», reveló el autor, que entiende el lenguaje como parte del patrimonio. «Nuestro idioma está estandarizado y se está aplanando, por eso intento buscar un lenguaje brillante, chispeante y lleno de humor», concluyó.
La segunda jornada de la FLS 22 cerró con la presentación de Estamos vivos de milagro. 10 años después de Morente, un libro recopilatorio surgido del Congreso Internacional Enrique Morente. Memoria y heterodoxia en el Flamenco, celebrado en diciembre de 2021 por la Universidad de Granada para conmemorar los diez años de la muerte del genial cantaor. Y de aquellas conversaciones y ponencias quisieron dejar «poso intelectual», añadiendo análisis adicionales de otros expertos para completar el retrato de la investigación desplegada sobre su figura. «Un libro colectivo es la manera más expresa de reflejar el trabajo de la Universidad», aseguró Pedro Ordóñez, coordinador de la publicación, quien resaltó que «lo impuro y el contagio están presentes en la genética del flamenco». «Haría falta un segundo libro sobre temas presentes en Morente» que han quedado fuera de esta primera selección.
«Un libro colectivo es la manera más expresa de reflejar el trabajo de la Universidad», ha asegurado Pedro Ordóñez», ha asegurado Pedro Ordoñez.
En la presentación participaron, además, la directora de la editorial de la Universidad de Granada, María Isabel Cabrera; Rocío Plaza, codirectora de la Colección Flamenco de la Universidad de Sevilla y la catedrática de Lengua Española de la Universidad de Sevilla, Araceli López Serena, quien ha dirigido el acto. En su intervención, Cabrera definió a Morente como «un estudioso de la música», «transgresor» y «experimental».
Para Plaza esta nueva publicación quiere ser referencia y punto de encuentro del flamenco, una de las disciplinas artísticas «donde se ha avanzado más rápidamente». Según explicó, todos los títulos editados buscan «la permeabilidad del flamenco con todas las disciplinas que lo han conformado a lo largo del tiempo», recuperando cantes, analizando el flamenco en distintas épocas o trazando el «camino paralelo con la canción española y momentos en los que se van uniendo».